«GRACIAS  A  DIOS  POR SU  VIDA».

Dr. Felipe Guerrero

«La muerte y la despedida de los amigos nos llevan al agradecimiento por lo que han sido y siguen siendo para nosotros y estos momentos nos invitan a  profundizar en el misterio de la existencia y en el sentido de la vida».  En esta hora nació a la vida eterna el maestro CONRADO CONTRERAS PULIDO. Para quienes conocimos su obra y su trayectoria pasa como a los discípulos de Emaús aquella tarde del domingo de resurrección.

La muerte de Jesús había acabado con todas sus expectativas: «Nosotros, confiesan, esperábamos…».  Ahora, luego de la muerte del maestro, se han decepcionado; ya no esperan más y huyen, tratando de olvidar. Pero no pueden evitar ir comentando por el camino todo lo que ha sucedido. Les pasaba algo parecido a lo que nos pasa hoy a nosotros, ante la partida de nuestro hermano CONRADO CONTRERAS PULIDO.  

Vivimos un momento en donde todos compartimos sentimientos de condolencia, tratando de aliviar la pena de sus familiares y allegados.

A los de Emaús se les acercó Jesús  y empezó a hacerles preguntas, tratando de que reflexionaran sobre lo sucedido, y poco a poco los fue tranquilizando y recobraron el ánimo y la palabra. Hoy también Jesús sale a nuestro encuentro  y nos acompaña con su palabra de vida eterna. ¿Qué dice la Escritura, preguntó Jesús a los dos discípulos? Y les fue explicando el sentido de las Escrituras, como quiere hacer ahora con nosotros.

Nacido en esta tierra generosa,  CONRADO CONTRERAS PULIDO, fue Profesor fundador de la naciente Universidad Católica «Andrés Bello» Extensión Táchira, fue Director de la Escuela de Administración y Contaduría Pública, fue el Primer Decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales y fue Vicerrector Administrativo de la Universidad Católica del Táchira.

Luego de esa amplia y extensa vida de servicios, nuestro hermano CONRADO CONTRERAS PULIDO, partió en el Peregrinaje de la Resurrección portando la bandera de la solidaridad para llegarse hasta los puertos del paraíso celestial.

Con la partida de esta hora,  CONRADO CONTRERAS PULIDO,  da continuidad a su peregrinaje de esperanza, porque todos sus actos estaban marcados por esa fe. Nuestra vida en la tierra es un camino de regreso a Dios. Tenemos la misma vocación de  Jesús: «Salimos del Padre  y regresamos al Padre».

En este momento,  se une a los coros celestiales que lo reciben en las moradas eternas, porque CONRADO CONTRERAS PULIDO, cumplió perfectamente el gran mandamiento del amor.

En un momento solemne Jesús nos enseñó la fórmula sencilla que debemos practicar para tener acceso a ese paraíso: «Vengan, benditos de mi Padre, reciban la herencia de mi reino. Porque tuve hambre  y me diste de comer; tuve sed y me diste de beber; estaba desnudo y me diste vestido, estaba enfermo y fuiste a visitarme… (Mateo 25,  34-36)

En las diferentes dimensiones de su vida, CONRADO CONTRERAS PULIDO, cumplió cabalmente el mandamiento del amor, expresado en el servicio generoso y  solidario. Con certeza afirma el místico español y doctor de la Iglesia San Juan de la Cruz que «Al final de la vida, nos examinará de AMOR, porque cuando nos presentemos ante Dios, la gran pregunta a responder será: ¿Cuánto has amado?

Ya nuestro hermano CONRADO CONTRERAS PULIDO, respondió satisfactoriamente esa interrogante

Otro tanto hizo Jesús con los de Emaús, demostrándoles la necesidad de que el Hijo del hombre muriese para así entrar en la gloria. Es lo mismo que desea que entendamos nosotros. Los de Emaús no lo entendieron enseguida, pero acabaron por convencerse al partir el pan. Entonces reconocieron a Jesús, creyeron en sus palabras, se llenó de esperanza y gozo su corazón. Y les faltó tiempo para volver sobre sus pasos. Regresar a Jerusalén y contárselo a los otros.

Nuestro hermano CONRADO CONTRERAS PULIDO, quien muchas veces quiso sentarse a la mesa del Señor, ya hoy está compartiendo su pan junto a su palabra y disfrutando ya en el cielo de la vida eterna, que es promesa y esperanza para nosotros, que aún quedamos peregrinos en este mundo.Estamos seguros de que nuestro hermano vive; por eso en medio del dolor de la ausencia, renovamos el consuelo de la esperanza.

En esta hora, damos «GRACIAS  A  DIOS  POR SU  VIDA».

1 Comments

  1. Isabel Ochoa Anttich

    Muy bello mensaje, profesor Guerrero, y muy merecido homenaje. Don Corrado era un bello ser humano.

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