«ESCUELAS CERRADAS CON PUPITRES VACÍOS»

Dr. Felipe Guerrero

Qué privilegio para los que crecimos siendo «Discípulos del Maestro Jáuregui»… Que enorme  prerrogativa  vivir lo que vivimos siendo muy niños  en aquella hermosa aldea de La Grita.

Era un  lunes 12 de Septiembre de 1960. Ese día asistimos por vez primera a la querida Escuela «Padre Maya». En las puertas de aquel templo del saber nos daba la bienvenida Don Ramón Naranjo, el ilustre Director de la institución. El maestro Julio Pérez me recibió en Segundo Grado pues ya había hecho pasantía de primeras letras en la escuelita de las Hermanas Orozco. Luego imprimirían en mi alma su sello formador las maestras Zunilde Zambrano Cárdenas, Regina Laya de Chacón, Rosario Rey de Garavito y Victoria Chacón de Díaz.

Ese día se inició en mi vida  la «Fiesta del eterno comienzo» como dice el poeta Joan Maragall, porque de acuerdo al bardo Catalán,   en la escuela  «El corazón encuentra nueva gracia, los ojos se asombran ante inéditas bellezas que a pesar de estar a nuestro lado pasaban desapercibidas por el trajín que marca la existencia»

Los días iniciales de Septiembre serán durante todo mi peregrinaje de inspiración total, de hallazgo estremecido de la realidad y de sueño profético para construir el futuro. Hasta las puertas de aquel templo me acompañó mi «Nona Margarita». La venerable Escuela Padre Maya, aparecía como una casona con amplios corredores, con luz y sombra para todos; con gruesos muros agrietados exhibiendo una presencia centenaria, cuyo acceso estaba frente a la Plaza Jáuregui con árboles nervudos de ramas vencidas y arrugadas por el tiempo. Esa escuela siempre estaba llena de voces, trenzada de trinos y bañada de lluvia amanecida.

A la hora de la separación «Mi Nona Margarita» dibujaba un rostro de felicidad. Aun recuerdo sus palabras de despedida: «Nieto: Tu no vas a vivir como nosotras… Tu vas a estudiar para que no sufras lo que tu madre y yo hemos sufrido…»

Mi abuela pintaba su vida, pues ni ella ni mi madre nunca supieron lo que era una escuela y nunca tuvieron el privilegio de ver lo que era un libro o un cuaderno; por eso estas remembranzas de mi primera cita con una institución educativa me han acompañado durante toda mi existencia.

Mi vida como maestro se inicia en el año 1966 en una humilde escuela del inmenso barrio de Catia en Caracas para atender alumnos  de Altavista, El Cuartel, Ruperto Lugo, La Silsa, Gramoven. Los Flores de Catia y Los Magallanes de Catia.

Agradezco la oportunidad que me ha dado la vida porque en estos 57 años de experiencia docente he cumplido mi tarea en las zonas más humildes y excluidas de la patria, en  medio de tantos jóvenes, cargados con morrales de energía vital, con utopías, con ideales, que también me hacen sentir joven. He acompañado a hombres y mujeres, dispuestos a germinar y a crecer para seguir promoviendo el desarrollo de nuestra cultura y de nuestras capacidades personales y colectivas, para enfrentarnos a los nuevos retos que plantea la sociedad contemporánea, particularmente el desarrollo humano que solo será posible en la media que nosotros como maestros re-signifiquemos nuestra tarea  y la ubiquemos en la justa dimensión. No hemos venido a ser Maestros para ser más grandes que los otros, sino para que los otros lleguen a ser grandes junto con nosotros.

Cada mes de Septiembre siempre fue una primavera porque Venezuela podía ver como se abrían las puertas de las escuelas que estaban repletas de miles de niños, de los pequeños del país grande, capaces de conocer el mundo de la mano de maestros que predican y practican la dignidad y el amor.

En este mes de Septiembre «Las Abuelas» no pueden acompañar a sus Nietos a las aulas porque las  «Escuelas están cerradas con pupitres vacíos»

Un obrero de un plantel recogió en tres palabras lo que pudiese ser un gran titular para dibujar la realidad de nuestras instituciones educativas. Dijo este trabajador que hoy era «Estudiar entre Ruinas» un calificativo que muestra la caótica situación de nuestras escuelas porque el «70% de los planteles presentan graves problemas de infraestructura, originados por un desgaste natural, pero también por la falta de mantenimiento preventivo y correctivo».

«El 74,7% de las Escuelas Básicas tienen su planta física altamente deteriorada y 78,5% no cuenta con un suministro regular de agua. El 56% de los docentes se retiró del sistema, por exiguos salarios, malas condiciones de trabajo, ocasionando que el 73,0% de las escuelas presente déficit de maestros y profesores. En 2022 de los 7,8 millones de niños, niñas y adolescentes entre 3 y 17 años, al menos 2,9 millones no asistieron regularmente a clases y 1,5 millones abandonaron la escuela»

Ningún funcionario del poder ejecutivo ha confirmado una fecha para el  inicio de clases en este año escolar 2023-2024.

No se anuncia la apertura de las escuelas porque sumado al deterioro de la planta física de los locales escolares, el sistema educativo enfrenta el problema de la escasez del personal docente calificado. Según el calificado criterio del Colegio de Profesores existe «Un déficit de 57%  de profesionales de la docencia en las especialidades de matemática, física, química, biología, historia, literatura e idiomas».

Y de acuerdo con la Federación Venezolana de Maestros, más de cien mil docentes abandonaron el sistema educativo entre los años 2015 y 2020. Los bajos salarios, la dolarización y la migración forzada son los factores que fundamentalmente explican la deserción de los educadores». En esta tierra fronteriza «Más de veinte mil niños Tachirenses están matriculados en alguna escuela o colegio del Norte de Santander, según datos de la Secretaría de Educación de la ciudad de Cúcuta.

Existen poderosas razones para destruir el sistema educativo. Bien conocen los venezolanos la expresión: «Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción… abusan de la credulidad y de la inexperiencia de hombres ajenos de todo conocimiento político, económico o civil; adoptan como realidades las que son puras ilusiones; toman la licencia por la libertad, la traición por el patriotismo, la venganza por la justicia».

Esta es la hora de luchar por la apertura de las escuelas libres y democráticas, porque como afirma el maestro Paulo Freire «La libertad se adquiere mediante la conquista, no como un regalo», al fin y al cabo ninguna conquista es un obsequio de los opresores.

Vamos a luchar para que no haya «ESCUELAS CERRADAS CON PUPITRES VACÍOS»

1 Comments

  1. María Mercedes colmenares de Pernía

    Gracias Prof. Felipe porque cada uno de sus escritos, vienen cargados de recuerdos y de una descripción del quehacer de cada etapa de su vida que pareciera
    que es la propia, para los que somos más viejitos y hasta para sus contemporáneos .

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