FRAILE, CRONISTA Y MAESTRO  

Dr. Felipe Guerrero

Escribir crónicas y relatos que den cuenta de ambientes, de espacios geográficos y que narren la fuerza emotiva de las personas que habitan esos territorios, es una tentación para todos quienes tienen la vocación de Cronistas. Redescubrir el sentir de la gente junto con  sus expresiones culturales es lo más propio de un Cronista. Volver a decir la historia de una comunidad y lo que es propio del sentir de esos seres humanos despierta el deleite de los auténticos cronistas. En nuestro medio, el FRAILE BENJAMIN GARCIA es uno de esos peregrinos que parece estar armado para un combate contra el olvido de nuestras tradiciones y contra ese enemigo imaginario que tiene la intención de hacer de nuestras expresiones culturales un relato frío y distante. BENJAMIN GARCIA permanentemente nos regala crónicas vivas de la gente de nuestra tierra y de sus expresiones culturales. Cada año al concluir sus Misiones Evangelizadoras durante la Navidad o durante la Semana Santa nos obsequia unos sabrosos textos en donde muestra su gran sensibilidad. Si durante su jornada misionera, encuentra deterioros en la naturaleza que afectan a las personas, él sufre y se preocupa.

Benjamín García

El Fraile BENJAMIN GARCIA es un digno heredero de los valiosos relatos que nos dejaron olvidados personajes. Al aproximarnos a la crónica, desde los momentos cuando en América se fundaban territorios, o bien durante el fulgor de la Independencia y el advenimiento de los Estados nacionales. Del grupo de evangelizadores que trajeron el mensaje liberador del Hijo del Carpintero de Nazareth, destaca la inmensa labor realizada por la Orden de Predicadores o Frailes Dominicos. Los aportes de los cronistas de esta congregación, dan cuenta de nimios sucesos o de hechos trascendentales en la formación y estabilización de estas incipientes naciones.

Al revisar esos materiales documentales encontramos que existe una evidente relación que se anuda entre la crónica y el tiempo. Por ello, estos relatos de ayer representan valiosas raíces para entender nuestras expresiones culturales.

A estos singulares aportes se suma la nueva crónica que despliega con singular maestría el Padre BENJAMIN GARCIA quien ha sabido darle brillante continuidad a esa tradición.

Desde hace más de medio siglo hemos compartido diálogos, reflexiones y preocupaciones con BENJAMÍN GARCÍA, un discípulo de Domingo de Guzmán que posee una personalidad y un comportamiento similar a Bartolomé de Las Casas, el otro fraile dominico que fue un brillante cronista, un teólogo, un filósofo, un jurista y el mejor apologista de los indios. Ambos utilizan el discurso para defender en forma encendida a los excluidos y para proclamar vehementemente la dignidad de los marginados.

Esa permanente actitud de testimonio cristiano nos ha permitido coincidir desde hace más de  cincuenta años, con el fraile BENJAMIN GARCIA. Hemos transitado similares caminos, abriendo surcos,  regando  semillas, cuidando la siembra y desde luego también disfrutando de las exuberantes cosechas y de recoger los miles de frutos de valiosas personas que acompañamos en su formación particularmente en los sectores más humildes y excluidos,  donde hemos tenido el privilegio de ser maestros.

Nos encontramos en la populosa comunidad de La Ermita para echar adelante un proceso de formación de jóvenes estudiantes y luego peregrinamos hacia Madre Juana, una generosa comunidad que ha superado los dolores de la exclusión con trabajo honesto y con alegre convicción de que formando personas vamos a tener una mejor sociedad.

BENJAMIN GARCIA no solo es fraile y cronista, es un extraordinario maestro. Nos hemos topado tanto en las aulas de los planteles de Educación Media como  en la Universidad y en todos esos escenarios muestra un excelente desempeño académico junto a su indiscutible calidad humana. Sus alumnos lo califican como un gran maestro que, en muchos casos, tiene continuidad como guía, orientador y aliado. En eso contribuyen principalmente sus amplios conocimientos, pero también su trato siempre amable y el don de ganarse la confianza de todas las personas.

Sus relatos resultan ser documentación, informe, mensaje,  historia, relación, relato, reportaje…

En sus crónicas cuenta sucesos de la vida que lo tocan con fuerza y describe con precisión a las personas porque tiene una gran esa capacidad de acercarse a los otros, de entenderlos, de ir más allá. Por eso sus historias y sus crónicas son como la hermosa experiencia de sentir y de ponerse en el lugar del otro.

Acaba de regalarnos la «Crónica de Semana Santa 2022» y desde esa conexión con lo simple y con lo humano, nos entrega una honda y profunda reflexión sobre el perdón y la reconciliación.

Luego de disfrutar de la más reciente crónica escrita desde Aguas Calientes, en pleno lindero de la patria, estoy convencido del poder de las historias porque la gente no puede vivir sin ellas, ni vivir sin las verdades que ellas encierran.

BENJAMIN GARCIA es un fraile, un cronista y un maestro de tres maneras: Una como sacerdote que difunde el mensaje del resucitado, otra escribiendo historias con toda la riqueza que tiene  en  el arte y el oficio de narrar como los buenos cronistas y una tercera en las aulas de clase llevando la buena noticia como lo hacía Jesús: El eterno maestro.

Que el Dios de Belén y del Gólgota acompañe a BENJAMIN GARCIA para que nos siga regalando relatos cuando recordamos su nacimiento en la pesebrera y cuando derrota a la muerte en la hora gloriosa de la resurrección. Al fin y al cabo  BENJAMIN es un FRAILE, CRONISTA Y MAESTRO.