«HA MUERTO UN JUSTO»

Dr. Felipe Guerrero

En la estación final del año, recibimos la triste noticia del fallecimiento del Padre JOSÉ DEL REY FAJARDO.

Hay días que desprenden una neblina triste y esto no nada tiene que ver con que brille o no el sol.

Hoy es uno de esos días. En esta hora vino a mi mente la hermosa expresión que pronunció José Martí ante el nacimiento a la vida eterna del maestro Cecilio Acosta. Así podemos expresarnos en este momento ante la partida del Sacerdote, del Universitario, del Académico, del Historiador o del Investigador, pero por encima de todo un académico que se distinguió como un hombre justo.

Estas horas de cierre de un tiempo, coinciden con el final del peregrinaje terrenal del Padre JOSÉ DEL REY FAJARDO. Al instante viene a mi mente la hermosa expresión que pronunció José Martí ante el nacimiento a la vida eterna del maestro Cecilio Acosta. Así podemos expresarnos en este momento ante la partida del Sacerdote, del Universitario, del Académico, del Historiador o del Investigador, pero por encima de todo un hombre justo que se distinguió «Por su cabeza altiva, que fue cuna de tanta idea grandiosa, por aquellos labios que hablaron lengua tan varonil y tan gallarda y mano que fue siempre sostén de pluma honrada, sierva de amor y al mal rebelde».

Parte al territorio de los coros celestiales cuando esta patria terrenal más lo requiere. A hombres como el maestro JOSÉ DEL REY FAJARDO, los necesita Venezuela como precisa del liderazgo de seres como Juan Germán Roscio,  Andrés Bello,  Rómulo Gallegos,   José Gregorio Hernández,  Teresa Carreño, Teresa de la Parra, o como Andrés Eloy Blanco,

A JOSÉ DEL REY FAJARDO no lo podemos contar entre los muertos y menos ahora, cuando se hacen más actuales sus advertencias sobre la turbulenta vida social que vive nuestra patria.

Hoy supe que JOSÉ DEL REY FAJARDO, se marchó a la patria de la eterna primavera. En el otoño de este año que es también el  otoño de nuestras vidas,  nos queda su extraordinaria producción intelectual junto a las flores perennes de su recuerdo.

Como un relámpago asalta la memoria agradecida por tantas causas de densa investigación científica en las que supo ganarse el cariño y el reconocimiento.

Maestro JOSÉ DEL REY FAJARDO:  Te marchaste pero no se apagó aquella luz que desde la UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL TÁCHIRA y desde la ACADEMIA DE LA HISTORIA encendimos para marchar sin miedo iluminando los caminos de la patria. Mientras tú vuelas por el azul infinito de los cielos, nosotros seguimos peregrinando, inventando senderos y esquivando derrotas.

Maestro JOSÉ DEL REY FAJARDO: Tu voz junto a la nuestra termina en salmo agradecido al Dios de la vida por tu existencia y por tu amistad.

Ahora se deshacen las manos en agitado movimiento. Adioses que quedan flotando en el aire como mariposas en recuerdo de nuestro hermano. Ya JOSÉ DEL REY FAJARDO partió   iY cuando él alzó el vuelo, tenía limpias las alas!

Retomo la palabra de José Martí y al hacerla nuestra decimos que «Ha muerto un justo. Llorarlo fuera poco. Estudiar sus virtudes e imitarlas es el único homenaje grato a las grandes naturalezas y digno de ellas. Trabajó en hacer hombres: se le dará gozo con serlo. ¡Qué desconsuelo ver morir, en lo más recio de la faena, a tan gran trabajador!». Descansa en paz

Bienaventurado porque murió en el Señor…  para descansar de sus fatigas; puesto que sus obras lo van acompañando»

Damos gracias a Dios por la vida del Maestro JOSÉ DEL REY FAJARDO. Con su partida a la eternidad afirmamos que  HA MUERTO UN JUSTO