Recordando a un gran amigo y ser humano fuera de serie…. FEDERICO RIVERO PALACIO.

Autor: Ing. Dumar Ramírez

Email: dumar.ramirez@gmail.com

Antes de escribir sobre mi encuentro con esta maravillosa persona, les ruego a mis amigos que me están leyendo que lean el documento que voy a colocar a continuación de la historia detallada que muestra la vida del Dr. Rivero.  Es un trabajo de la profesora B. Salazar, del Instituto Universitario de Tecnología “Federico Rivero” quien en el año 1994 entrevisto a la Sra. Luisa viuda de Rivero y a su hija Clemencia Rivero.  En el último apartado de dicho documento se habla en detalle de cómo fue el trabajo que hizo el Dr. Rivero en la creación de los Institutos Universitarios de Tecnología  de Venezuela, y ahí es donde arranca mi afortunada experiencia con el querido y admirado Dr. Federico Rivero Palacio

En el año 1971, el Dr. Rivero ya había alquilado unas instalaciones en la avenida Bolet Peraza de Santa Mónica en Caracas, donde inició la creación del primer Instituto Universitario de Tecnología de Venezuela, el cual denominó IUT-RC  (Región Capital) .  Pero todo el personal docente que trabajaba con él eran de la Cooperación Técnica del Gobierno Francés, profesionales de muy alto nivel para los departamentos de Procesos Químicos y Electricidad.  Ya estaban en clase los primeros alumnos que fueron seleccionados entre miles de aspirantes para ingresar a la institución.

Era Julio de 1971, yo acababa de graduarme de Ingeniero en Tecnología Electrónica de la Universidad Politécnica de California, E.E.U.U. y por haber recibido una beca en mis últimos dos cuatrimestres de mis estudios por el departamento de becas del Ministerio de Educación de Venezuela, tenía la obligación contractual de regresar al país y trabajar por lo menos dos años a un ente gubernamental.

Al regresar a Venezuela, fui al Departamento de Becas del Ministerio de Educación, en la Esquina de Mijares, y el Dr. Guillermo da Silva, jefe del departamento, me recibió con mucha alegría y cariño y me dijo que si yo trabajaba para una institución que estaba creando el Dr. Federico Rivero Palacio, algo que él , denominaba I.U.T  pero que no estaba muy claro que era eso, yo cumpliría con mi obligación contractual con el Ministerio.  Llamó al Dr. Rivero y le propuso que me entrevistara y las condiciones del arreglo, y me envió ese mismo día a Santa Mónica, para la entrevista.  Llegué a la oficina del Dr. Rivero, estaba sentado detrás de un escritorio gris metálico y con una sonrisa muy grande me mando a entrar y sentar y que le hablara de lo que yo había estudiado, mientras el revisaba mis documentos de la universidad.  Me dijo que tendría que tener mucha paciencia y perseverancia porque era un experimento muy novedoso y que no solo esperaba de mi que actuara en mis funciones docentes sino que lo acompañara en el proceso de consolidación de ese proyecto.  Yo, le fui muy honesto, y le dije que aunque no entendía bien que era lo que él esperaba de mi, yo estaba dispuesto a trabajar en lo que fuera desde barrendero para arriba, porque acababa de regresar al país y no tenía recursos económicos, que mi esposa y yo nos estábamos quedando donde unos familiares de ella y estaba muy urgido de trabajo para generar recursos.  El de inmediato, saco de la gaveta una chequera del Banco Nacional de Descuento, tomó mi cédula de identidad, hizo un cheque y me dijo.  “Toma, ve y termina de llegar, pero te necesito el próximo lunes aquí a primera hora porque tenemos muchísimo que hacer” .  Yo no salía de mi asombro, ya que no había firmado ningún contrato o algo que se le pareciera, y el me estaba entregando un cheque por Bs. 2.400,00 , el sueldo de un mes de un ingeniero que era en esa época mucho dinero.  Yo le agradecí efusivamente por ese gesto, y me fui corriendo al BND en la parte baja de Santa Mónica a cobrarlo por si acaso se arrepentía de haberlo hecho.  En dos días conseguimos un apartamento estudio al final de la avenida Victoria, que me permitía estar más o menos cerca del IUT, y mi esposa y yo nos alojamos ahí.  El lunes siguiente, me presenté en la Institución y el Dr. Rivero me presentó al Dr. René Nanoni, quien era el Jefe del Departamento de Electricidad y al Dr. Hobbs, jefe del Departamento de Procesos Químicos.  Ahí fue cuando me di cuenta que yo era el único docente venezolano de todo el personal docente de la Institución.  Meses más tarde ingresaron dos venezolanos mas para el Dpto. de Procesos Químicos.  El Dr. Nanoni me asignó la cátedra de circuitos eléctricos, pero no me sobrecargó porque sabía que tendría que estar ayudando al Dr. Rivero con los procesos de consolidación de los I.U.T.  El Dr. Rivero me pidió que lo acompañara a reclutar a los ingenieros que serían parte del programa de formación de profesores y a las reuniones en la comisión delegada de Educación del Congreso para discutir con ellos sobre el reglamento de los I.U.T.  A los pocos meses de estar trabajando en el IUT-RC, el Dr. Rivero me dice que tenía que asistir diariamente a unos cursos de francés al final de la tarde y que incluyera a mi esposa. Cuando le pregunté ¿Por qué?  , el me dijo de un solo golpe..”Porque te vas para Francia a sacar el post grado”, es importante que lo hagas y ya te diré luego lo que tengo en mente.  Y así fue.  Al año siguiente, fui enviado a Francia con el primer grupo del programa de formación de profesores, pero con la diferencia que los demás iban a sacar el pos grado en las Universidades y a mí me envió a la Escuela Nacional Superior  “E.N.S.E.E.I.H.T” del Politécnico de Toulouse, del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia.  Lo que yo no sabía era que yo era un “conejillo de indias”  De esto me enteré al regresar a Venezuela al terminar en Francia.  Para poder entrar a una “Gran Escuela” en Francia, que es un sistema diferente al de las Universidades tradicionales, se requiere estar entre el 10% más alto de física y matemáticas de los exámenes de solicitud de ingreso de todo el país. El Dr. Rivero, acordó con el Secretario (Ministro) de Educación de Francia, que si yo aprobaba la sección especial de Electrónica del ENSEEIHT(nivel Magister), el gobierno francés aceptaría a los ingenieros del programa de formación de profesores para obtener el mismo trato y poder entrar a estudios de 3er ciclo de ingeniería (Doctorado).  Si yo fracasaba, el proyecto seria anulado.   El Dr. Rivero me visitaba con mucha frecuencia en Toulouse para ver cómo estaba todo.  Al recibir mi diploma del E.N.S.E.E.I.H.T. , el Dr. Rivero empezó a enviar el personal para las Grandes Escuelas en Paris, Rennes, Lyon y Toulouse.  Estando ya en mis estudios de Doctorado en el laboratorio del Dr. Lefeuvre de Microondas, me llegó el Dr. Rivero y me dice que acababa de hacer un acuerdo con la Escuela Nacional de Aviación Civil, del Secretariado de Transporte de Francia, para que yo hiciera las especialidades de Radar y Radio Ayudas y el entrenamiento en los laboratorios de la Thomson CSF en París. Así que me tocó en paralelo con lo del E.N.S.E.E.I.T.H. que estudiar en la E.N.A.C.  y además coordinar con el responsable de la Cooperación Francesa con Venezuela en los I.U.T. de Toulouse y luego en Ville de Avray en Paris.  Les confieso que yo hice todo eso sin entender la razón por la cual el Dr. Rivero me pedía hacerlo.  Solo en agradecimiento por su generosidad, cariño y bondad, hacía lo que me pedía. Aunque no entendía porque y qué relación tendría eso con mi trabajo en los I.U.T.

Las especializaciones de la E.N.A.C. también fueron arreglos especiales, ya que los franceses solo tenían derecho a hacer dos especialidades y el Dr. Rivero consiguió que me autorizaran hacerlas todas las especialices: D.M.E., ILS, VOR, RADAR y Visualización.  Esto fue clave para los objetivos del Dr. Rivero que yo no entendía en ese momento.   En el período de vacaciones, el Gobierno francés tuvo que entrenar a el personal militar de Colombia para el manejo de los sistemas de Radar y Radio Ayudas que compraron para su país, pero no tenían al personal por estar de vacaciones, y el Director de la E.N.A.C. me llamó y me pidió ayuda para que yo me encargara de eso ya que yo tenía todas las especialidades.  Luego pasó otra vez con los militares de la República del Congo.

Cuando regresé, yo le había pedido el cambio del IUT de Caracas al de San Cristóbal al Dr. Rivero porque yo deseaba volver con mi gente y él me dio todo su apoyo con la condición que nunca dejara el sistema de los IUT y que recurriera a él cuando me necesitara para la consolidación del proyecto. Al llegar a San Cristóbal, fundé la cátedra de Radar y Radio Ayudas y asumí la de Comunicaciones, y para no hacer solo teoría, recurrí a los militares que forme de Colombia y ellos me autorizaron para que usara las instalaciones del Aeropuerto Camilo Daza de Cúcuta para entrenar a mis alumnos.  Y ya terminando ese año de trabajo en San Cristóbal (1975-1976), sucedió lo que explicaría los objetivos del Dr. Rivero.  En 1976 la Organización de Aviación Civil Internacional había declarado a Venezuela como sitio inseguro para la navegación aérea y si no se hacía el proyecto nacional de Radio comunicaciones y radio ayudas aeronáuticas, se declararía a Venezuela “Cielos negros” lo cual no permitiría el ingreso de ninguna aeronave al país. El Arquitecto, Jorge Vicentini, jefe de la Oficina Ministerial del Aeropuerto de Maiquetia (OMAM) , envió al ingeniero Jorge Rivas a Euro control en Bélgica a buscar apoyo para solucionar el problema presentado.  En la reunión de Euro control, luego de que el ingeniero Jorge Rivas, expuso el problema y solicita ayuda, el delegado Francés, le dice “la verdad que yo no entiendo  a los venezolanos.  Ud. Viene a pedirnos ayuda para hacer lo que un venezolano hizo dos veces en la ENAC en Francia para ayudar a Colombia y el Congo”.  Ante la sorpresa del Ingeniero Rivas, el delegado Francés le dio mis datos y la dirección oficial que tenía en mis documentos que era la de mi Padre en la Ciudad de San Cristóbal, Táchira. Mi padre me llama y me dice que tengo un correo urgente de un tal Ministro Sucre Figarella.  Fui a buscar el correo y cuando leo la carta, donde está dándome muchas instrucciones, yo estaba asombrado, porque yo no conocía a ese señor y no era funcionario del Ministerio de Comunicaciones sino de Educación.  Así que llamé al Dr. Rivero y le leí la carta y él me respondió: “Bueno gocho, ya es hora que hagas lo que te mande a entrenar a Francia, ve al IUT y dile al Director que te mande de inmediato en un vuelo a Maiquetía y yo te espero allá.  Tenemos mucho que hacer”.  Y así lo hice.  Al llegar a Maiquetía, el Dr. Rivero me estaba esperando, y me llevó a la Presidencia del I.A.A.I.M  a presentarme al Ingeniero Rafael Santana, presidente del Instituto.   Apenas me vio el Ingeniero Santana, me dice, ¿Ud. Es Dumar Ramirez?  , tengo un vuelo privado para que lo lleven al Aeropuerto de Maracaibo para que revise el V.O.R. de allá urgente.  Yo le dije que no estaba ahí por trabajo, solo quería saber de qué se trataba todo eso que recibí en la carta.  Y el Dr. Rivero me dice riéndose, ya..ya.. Gocho.. Vaya y resuelva eso, te espero aquí mañana y lo de los arreglos con esta gente eso es mi parte del trato.  Me subieron en un avión y llegué al aeropuerto de Maracaibo, estuve trabajando hasta tarde en la noche, arregle el V.O.R. y en la mañana a primera hora, luego de estar sentado en una silla en el aeropuerto de Maracaibo, llegue de nuevo a Maiquetía, y al bajar del avión me estaba esperando un abogado de la asociación de técnicos aeronáuticos y dos policías para ponerme preso porque solo ellos están autorizados para trabajar en el sector y yo rompí ese esquema. En ese momento llegó el Ingeniero Santana con el Dr. Rivero y unos policías militares de la naval y me quitaron de encima a los que me querían poner preso y me llevaron a Caracas a las oficinas del Ministro de Comunicaciones, Sucre Figarella. Y así comenzó la historia del “Proyecto Nacional Aeronáutico de Venezuela”  Donde se enviaron a Francia, E.E.U.U., Argentina  y Japón , egresados del IUT R.C.,  de Cumaná y de San Cristóbal . Para ser el personal especializado que luego se encargaría de operar y dar mantenimiento al sistema de Radio Comunicaciones y Ayudas a la navegación” y el Ingeniero Victor Rivero (hijo del Dr. Rivero) fundador de la especialidad de Sistemas del I.U.T. RC en Santa Mónica, ayudó a sistematizar todos los procesos de lo que estábamos haciendo en Maiquetía con dos de sus mejores ex alumnos.  El proyecto se comenzó en el gobierno de Carlos Andrés Pérez y culminó en el gobierno de Luis Herrera.  Ambos gobiernos respetaron la profesionalidad del proyecto y no existió intromisión político partidista a lo largo de todo el proyecto.  Esa fue la razón de mi entrenamiento dirigido en Francia por el Dr. Rivero y su enorme visión futurista.

Solo me queda decir: “Gracias viejo amigo, ha sido una bendición de Dios haberlo conocido y estar bajo orientación con su ejemplo de hombre cabal, con principios , generoso y muy visionario”