¡NO ES MÁS QUE UN HASTA LUEGO!

Dr. Felipe Guerrero

Con el alma magullada, pero con renovada esperanza nos reunimos, al lado de nuestro hermano ISIDRO NIÑO, para brindar un canto a la Vida, a la vida del que fue un amigo entrañable y un extraordinario servidor a esta comunidad. Por eso en este momento de su Pascua de Resurrección podemos decir: ISIDRO… ¡NO ES MÁS QUE UN HASTA LUEGO!.

Con dolor despedimos a ISIDRO. Estamos con AMÉRICA su inseparable compañera de toda la vida y con sus seres más queridos para decirle adiós, un adiós que es «HASTA PRONTO», en ese camino hacia la casa del Padre que todos nosotros hemos de recorrer.

Nos sentimos unidos al dolor de su familia, pero lo hacemos con esperanza, porque sabemos que ISIDRO NIÑO, vive ya junto a Dios. Él fue uno de los más activos discípulos del Resucitado y los que creemos en el Jesús vencedor de la muerte, sabemos que en el sepulcro no está el final del camino, que nuestro destino es vivir siendo felices con Cristo, sin padecer ni morir. ISIDRO NIÑO, fue un hombre creyente. Creyó y esperó en Dios. Pasó por la vida sabiendo que Dios era su padre, invocándole así en la oración y rezando tantas veces en la Eucaristía: «Padre nuestro que estás en el cielo».

ISIDRO NIÑO, siempre quiso que su vida fuese conducida por Dios, porque los auténticos hijos del Todopoderoso, son los que quieren seguir la voluntad de Dios en las cosas de cada día. Para ISIDRO NIÑO, el Señor es ya su luz y salvación y hoy en el paraíso Celestial ya puede cantar con el Salmista: «Júzgame, Señor, y ve que seguí la senda de los perfectos. Tú me apoyabas y por eso no me desviaba. Revísame, Señor, y ponme a prueba, pon en el crisol mi conciencia, mi corazón. Tu amor lo tengo ante mis ojos y tomo en cuenta tu fidelidad» (Salmo 26, 1-3).

ISIDRO NIÑO dejó la playa de la vida y se adentró en el ancho mar del infinito. Abandono la ciudad de los peregrinos terrenales para sumergirse en el Ser que sustenta la verdadera existencia.

En ese instante abrimos el morral que llevamos repleto de recuerdos. Ahí aparece el hogar familiar de ISIDRO NIÑO que para nosotros fue más, mucho más que unasimple embarcación, fue la metáfora del barco donde viajando aprendimos fraternidad, solidaridad y compañerismo. Su casa familiar no es un lugar, es un aliento hecho vida, hecho generosidad, hecho esperanza…

Desde nuestra trinchera batimos el pañuelo de las despedidas para decirle a ISIDRO NIÑO: ¡Hasta luego!… Hasta que la luz sin ocaso nos envuelva a todos en una gran fiesta de hermanos. Y en la travesía del recuerdo, fluyen las imágenes sin tiempo ni espacio, porque en todos quienes creemos en la Resurrección brota ese extraño magma que se llama eternidad.

Una vida transparente y de servicio como fue la existencia de ISIDRO NIÑO, le permitió en esta hora, dar el salto a la vida autentica, a morir transformándose porque supo consagrar su existencia en un peregrinaje terrenal que buscaba incansablemente llegar a la tierra prometida a la cual acaba de ingresar en esta hora. Hoy celebramos su victoria y su resurrección, porque esa patria azul de justicia e igualdad, ya para él se ha hecho realidad.

Al despedir el peregrinaje terrenal de ISIDRO NIÑO,le pedimos que nos siga acompañando. Hoy más que nunca es necesario que siga a nuestro lado, porque unos aquí en este desierto y otros allá en el paraíso celestial, estamos comprometidos resueltamente en el esfuerzo de hacer del universo una creación de justicia e igualdad. Esa presencia a través de todo el espesor de la sociedad, aun cuando haya relevos en el tiempo nos permitirá a unos y a otros ver la Encarnación eterna del Verbo.

Con el alma magullada, pero con renovada esperanza nos reunimos, al lado de nuestro hermano, para brindar un canto a la Vida, a la vida del que fue un amigo entrañable. ISIDRO… ¡NO ES MÁS QUE UN HASTA LUEGO!