EL PEREGRINO VICENTE CÁRDENAS

Dr. Felipe Guerrero

El Peregrino, es el que sale a indagar una meta determinada. El Peregrino parte a buscar nuevos y mejores límites; por eso el Peregrino es un soñador realista, porque hay muchos idealistas románticos que se pierden en sus propias fantasías, pero que no se ponen nunca en camino de verdad. En esta hora de final de un año e inicio de una nueva estación, partió el peregrino VICENTE CÁRDENAS.

Ahora nos acercamos a este malecón para batir el pañuelo de las despedidas. El propio VICENTE CÁRDENAS nosconvocó al puerto de la Perla el Torbes,  ese espacio destinado a abrigar las llegadas y las partidas de las embarcaciones, ubicado en las proximidades del hogar donde habita «La Virgen que alumbró la historia».

Todos los discípulos y los amigos de VICENTE CÁRDENAS nos acercaremos a ese puerto que nos resulta tan familiar «Y por eso quizás amo este muro / sobre el que salta a veces el oleaje; / este muro que mira hacia el futuro / con la esperanza de emprender un viaje…».

No podíamos estar ausentes…Tenemos la obligación de llegarnos hasta el malecón de las ilusiones, para acompañar a VICENTE CÁRDENAS, el maestro y el amigo antes de su partida a la patria de la eterna primavera.

Cuando el reloj marca el tiempo de las despedidas el corazón se padece las heridas y sólo sentimos la compañía de un cielo gris plomizo, con esa pesadumbre que se introduce en los pliegues del alma. Así nos llegamos al puerto de la esperanza, en un silencio sin lágrimas.

En ese puerto alguien nos preguntó: ¿Cómo recordaremos a nuestro hermano VICENTE CÁRDENAS?.

Me atreví a responder: Serárecordado como hombre sereno, lleno de paz y de gran fortaleza interior.  Cada uno recordará los rasgos más sobresalientes de la personalidad de VICENTE CÁRDENAS. De nuestra parte preferimos recordarlo como un hombre de fe que siempre estaba dispuesto a acompañar en el camino. Recordarlo como un servidor de la iglesia de los pobres, de los humildes y de los trabajadores. Un salesiano que buscó servir a los jóvenes con el corazón de Don Bosco.

En muchos momentos en el salón de clases, en las canchas deportivas o en las homilias dirigidas a los muchachos le oimos esta singular proclama: «Yo por ustedes trabajo, por ustedes estudio, por ustedes vivo, por ustedes estoy dispuesto incluso, a dar mi vida». En cierta oportunidad nos atrevimos a felicitarle por esa excelente exhortación y nos respondió: «Esas son las motivadoras palabras que dirigía el propio San Juan Bosco a sus muchachos»

A la hora de la partida VICENTE CÁRDENAS podemos afirmar que este maestro es uno de esos modelos de un Salesiano para los jóvenes de hoy. Fue un salesiano cabal, un salesiano de cuerpo entero, un salesiano que ha vivido en fidelidad la vocación salesiana.

VICENTE CÁRDENAS fue como ese «árbol plantado al borde de las aguas, que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme cuando llega el calor y su follaje se mantiene frondoso; no se inquieta en un año de sequía y nunca deja de dar fruto». VICENTE CÁRDENAS fue como el grano que muere en tierra y da mucho fruto, fue como el buen pastor que nunca duda en dar la vida por las ovejas.

VICENTE CÁRDENAS fue un Salesiano con mayúsculas. Con la sencillez de su personalidad y con su gran inteligencia supo ganarse el corazón y el afecto de cuantos se relacionaron con él. Convertía en realidad el estilo de Don Bosco, haciendo que cada joven que se encontraba con él, se sintiera especial, predilecto, querido profundamente. Nadie quedaba indiferente hacia su persona.

Ahora estamos en el puerto de la esperanza, en un silencio sin lágrimas. Inicia VICENTE CÁRDENAS su último viaje… Ahora a la CASA DEL PADRE… Es el día de su despedida definitiva… Participamos y le acompañamos en el «Hasta pronto, hasta el Cielo».

«Hasta pronto, hasta el cielo. Cristo te dé la vida y te reciba en su amistad».

VICENTE… Te vas, pero te quedas en nosotros. Sigue tu peregrinaje.