Abre sus puertas el tiempo del Adviento… Se inicia la estación de la Navidad… Ya llega el olor de la tierra fresca, que antes rodeaba a las aldeas de La Grita. Es un inolvidable aroma en el cual se confunden las hierbas frescas con los multicolores cultivos de flores.
Son estaciones del alma, experiencias de vida, recuerdos de historias que me contaba «Mi Nona», son noticias que me trae el viento amigo de la montaña. Todo me dice que llegó Diciembre.
Con el inicio de esta estación, estamos convocados los paisanos de La Grita para compartir la presentación del libro «PERSONAJES Y RELATOS GRITENSES» del paisano Hilarión Pulido.
Este Primero de Diciembre, a las tres de la tarde, que es la tradicional hora del puntal con quesadillas, almojábanas y café, reunidos a la sombra de la Peña Literaria «Manuel Felipe Rugeles» vamos a bautizar esta obra de Hilarión Pulido; una recopilación de textos dibujados con el pincel de la neblina.
La obra va más allá de un simple collage de relatos construidos sobre los paisajes andinos. Hilarión Pulido se reencontró con los personajes de la aldea y «los dejó transitar estos parajes, los echó a andar y los dejó libres, para que poblasen el horizonte». Con su espátula entra en acción y completa con manchas cromáticas este hermoso cuadro de La Grita.
En la obra «PERSONAJES Y RELATOS GRITENSES» hay una poesía de la nostalgia, del recuerdo de un pasado que el autor añora y su lectura nos conduce a ese paraíso de neblina que añora por igual el autor, que otros añoramos por pertenecer a ese hermoso territorio y a otros porque en el peregrinaje de su vida se hicieron hermanos en este valle de ensueño. A unos y a otros, el libro de Hilarión Pulido nos conduce hacia tiempos pasados donde nos reencontramos para sentirnos bien.
Y… regresamos a La Grita en un eterno retornar. Volvemos en esta estación para hacer nuevamente el pesebre, que es cantar al mundo la gloria de aquella noche buena. Porque seguimos haciendo la pesebrera de Belén, para que un Dios hecho niño «Baje con acentos de nítidos fulgores, allí donde hay ovejas, caminos y pastores. Para que cante el arroyo y cante la ondina escurridiza, y el nardo que perfuma con su aliento la brisa».
Los relatos de Hilarión Pulido confirman la convicción de que en La Grita se viven los sueños. Nos cuenta la vida a sorbos cortos, muy despacio, como saboreando una exquisita «Quesadilla». Hilarión lo dice, uniendo con su pluma el presente y el porvenir, sin olvidar en sus remembranzas a los que no están físicamente, pero que estuvieron al momento de echar las bases y construir los anclajes de esta comunidad.
La Grita es ese lugar mágico donde aprendimos a dar los primeros pasos para luego caminar por las veredas de la amistad, con los amigos de la cuadra, de la esquina o de los parques, pasando esos instantes siempre entretenidos de la niñez.
La Grita fue esa escuela vibrante donde los jóvenes aprendimos a soñar con un mundo mejor, conversando con extraordinarios e inolvidables maestros, en interminables coloquios y alegatos juveniles, con energía invencible para la cual todo es posible.
La Grita es ese lugar confiado y tranquilo, donde se vive la edad adulta, la madurez y la vejez, en medio de conversaciones, proyectos comunes, visitas, celebraciones, encuentros, admiración por el otros y acompañamiento solidario en sus necesidades.
El paisano Hilarión Pulido nos lleva a pasear por esa querida aldea que debemos cuidar porque es un espacio en el cual vale la pena vivir, un lugar acogedor, culto, solidario, pacífico y desafiante para el espíritu. Vamos a regresar a este paraíso con la lectura de PERSONAJES Y RELATOS GRITENSES.