SALVAR  EL  AMOR  

Dr. Felipe Guerrero

El amor es un sendero que se recorre despacio, disfrutando de cada paso. Por estas veredas encontramos a RAUL y NINOSCA que iniciaron ese recorrido hace ya cincuenta años. Hoy los familiares y amigos nos reencontramos para celebrar tan maravilloso peregrinaje.

Raúl y Ninosca

Se afirma que «El matrimonio es una barca que lleva a dos personas por un mar tormentoso; si uno de los dos hace algún movimiento brusco, la barca se hunde».  NINOSCA y RAUL durante medio siglo han  conseguido mantener firmes los remos y hacer de la travesía un paseo maravilloso.

Hace cincuenta años del puerto del amor partió la barca tripulada por RAUL y NINOSCA. La brújula marcaba el norte del respeto y de la comprensión. Hoy después de medio siglo,  transitando por estos embravecidos mares, nuestros  navegantes nos dictan  la extraordinaria lección de que la unión  permite conservar la dirección de la nave hasta llegar a puerto seguro.

Todo lo han  logrado juntos. NINOSCA y RAUL consiguieron  encontrar el amor, han alcanzado  mantener viva esa llama durante mucho tiempo; han logrado  vivir juntos. Siempre  apoyándose  y amándose,  han conquistado  superar todas las adversidades y obstáculos que siempre aparecen en el camino. Hoy quienes hemos observado su navegación, les deseamos que su amor siga brillando con la misma intensidad de hace cincuenta años.

Los aniversarios de bodas hacen referencia a los años que se van cumpliendo desde el momento en el cual un hombre y una mujer se casan. Es una fecha muy importante ya que desde ese día comienzan un proyecto en común.

En la tradición, el símbolo del aniversario matrimonial va unido a los metales y al trabajo que se requiere para  extraerlos. Así se empieza desde el más frágil en el primer año hasta el más sólido, luego de muchos años. En el año inicial se celebran las Bodas de Papel, luego en el segundo año las Bodas de Algodón, a los quince años  Bodas de Cristal, a los Veinticinco años Bodas de Plata, a los Cincuenta años Bodas de Oro y así sucesivamente se va representando la fortaleza de la relación. La celebración va evolucionando con el paso de los años hacia materiales más sólidos, como una  manera de simbolizar que la relación se hace más fuerte.

En este momento festejamos las BODAS DE ORO MATRIMONIALES de RAUL y NINOSCA. Es la hermosa celebración de la fidelidad del amor y de la  satisfacción por haber superado los obstáculos y dificultades en el camino de la unión familiar.

A esta fiesta ha sido invitado el mismo Jesús que ayer asistió a las Bodas de Caná. Aprovechamos su presencia para darle las gracias por la multiplicación del vino, le damos las gracias por la fidelidad al amor que el mismo Dios santificó  y bendijo el día de este matrimonio.

Durante este recorrido matrimonial,  NINOSCA y RAUL   han hecho de su  casa un refugio para la armonía. Entrar en ella es ingresar a un lugar cálido, donde el orden y la limpieza ofrecen un espacio para la calma. Todo permanece quieto, a pesar que la vida se agita en cada rincón, los muebles recibían generosos a las visitas y las paredes mostraban desprendidas la armonía de sus cuadros.

Cada cierto tiempo, la tranquilidad del ambiente se ve inundada por un coro de voces amigas que no han  perdido, en los laberintos del tiempo, su esencia lúdica.

Al festejar las BODAS DE ORO MATRIMONIALES  de estos hermanos, rescato la mirada amable de los amigos, la sonrisa solidaria, la paz que muestran en su  andar como desmenuzando sombras,  el perfume de sus plantas,  la calma ancestral de sus costumbres,  la quietud de una tarde en ese hogar que es un  templo donde se anuncia su  fe,  en sus flores que nunca se sabe cómo no se marchitan, en el jardín hermoso al que la fatiga jamás ha podido arrebatarle sus colores. Felicitamos a los novios en sus BODAS DE ORO MATRIMONIALES. Con su testimonio ellos contribuyen a SALVAR EL AMOR.