«Si quieres ser el mejor, tienes que hacer cosas que otras personas no están dispuestas a realizar» dijo en un momento solemne de su vida  Michael Phelps, el deportista olímpico más condecorado de todos los tiempos, con un total de veintiocho medallas.​ Este brillante atleta posee además los récords de más medallas olímpicas de oro, más medallas de oro en eventos individuales y más medallas olímpicas en eventos masculinos.

El mensaje de Michael Phelps lo escuché por vez primera en las tribunas del Complejo Deportivo Juan Maldonado donde funcionó  por muchos años el Club «Gaviokay».

Aquel espacio deportivo, al lado del Gimnasio Cubierto «Arminio Gutiérrez» en la populosa comunidad de La Concordia, lo convirtió en el  templo de la natación Tachirense, el entrenador CESAR PÉREZ

El Club «Gaviokay» fue la organización piloto de la natación tachirense, que históricamente aportó innumerables figuras y convirtió a la entidad en cuna de excelentes nadadores, muchos de los cuales conformaron la selección nacional para representar al país en competencias internacionales.

Antes de participar en cualquier competencia, CESAR PÉREZ brindaba una emotiva charla a que era una arenga motivadora antes de que sus discípulos entraran a la piscina. En ese instante, CESAR PÉREZ era un padre y un maestro que pronunciaba un discurso en tono solemne y elevado para levantar los ánimos y renovar la fe

Ese histórico día terminó con otro mensaje de Michael Phelps. Le dijo a los muchachos: «No pongan límites a nada. Cuanto más sueñen, más lejos van a llegar».

Personalmente escuché toda esa clase que fue un razonamiento, una prédica, un discurso de esperanza. Estuve presente con aquel grupo de niños y adolescentes  porque ahí estaban mis tres hijos. Luego en variadas oportunidades le di gracias a CESAR PÉREZ por tan extraordinarias lecciones. Ahí aprendí junto con mis tres hijos, sus alumnos de natación y de la vida que:  «Cuanto más soñemos, más lejos vamos a llegar».

Luego me entusiasmó para compartir tareas en el campo de la natación. En asamblea General de la Asociación Tachirense de Natación en un gesto cargado de generosidad me propuso para dirigir los destinos de la Junta Directiva de la Asociación lo cual me llevó a presidir en varios períodos esta prestigiosa Asociación.

Hoy CESAR PÉREZ se fue a entrenar a los equipos angelicales en las limpias y azules piscinas del cielo.

Partió con sus morrales cargados de buenas obras. Sus conocimientos adquirido durante la travesía de la vida, no los guardó egoístamente. Siempre supo difundirlo con su palabra y con sus entrenamientos. Este debe ser necesariamente el primer reconocimiento que le brinda Venezuela a su persona. Su sabiduría y sus experiencias siempre han estado al alcance de los más jóvenes  y nos ha inspirado lo que todos debemos hacer por la patria.

CESAR PÉREZ fue uno de los  grandes venezolanos, un apasionado de la vida y del deporte, un entrenador de alma, un atleta brillante y prestigioso, de los mejores de nuestra tierra,  modelo de profesional y persona, cuyo ejemplo vivirá siempre entre nosotros.

Al conocer la partida de CESAR PÉREZ, sentí que perdíamos una persona muy valiosa,

CESAR… Contigo la muerte no tendrá la última palabra. Tu esfuerzo no fue en vano. Gracias a tu ejemplo, habrá muchos que darán su vida por el deporte, por el país y por la vida.

Gracias por el inmenso legado de fe y esperanza que hoy nos dejas.

CESAR PÉREZ fue un enorme educador, que encontró en la natación una forma de inspirar esperanza en los niños.

CESAR fue un INSPIRADOR DE NADADORES