LOS QUIJOTES DEL TECNOLÓGICO

SEGUNDA CRÓNICA: RECORDANDO A LOS PIONEROS

Dr. Felipe Guerrero

En un mensaje cargado de vigencia, Arturo Uslar Pietri dijo que «El designio de las Instituciones de Educación Superior, no puede ser otro que dar los hombres  que le van a permitir al país desempeñar un papel  importante en esta etapa de la humanidad, porque es el saber, es el conocimiento el que ha hecho que el mundo se transforme».

Ese siempre ha sido el sueño de los Tachirenses. Al rememorar los cincuenta años de existencia del INSTITUTO UNIVERSITARIO DE TECNOLOGÍA, AGRO-INDUSTRIAL «REGIÓN LOS ANDES».

Nuestro instituto nació con las características propias del campesino tachirense. Los habitantes de este suelo caminan mirando la tierra, pero con el corazón puesto en el cielo. Nuestros labriegos preparan el campo, desmalezan, aran la tierra, colocan la semilla, riegan, podan, combaten las plagas, cuidan las plantas hasta que llega el momento de recoger la cosecha. El Tecnológico es el fruto de un largo proceso de lucha, no fue un regalo del centralismo sino el cumplimiento de una etapa en esta larga carrera que siempre nos hemos planteado los Tachirenses.

Resulta prudente recordar que hacia 1937 funcionó en San Cristóbal la primera institución de Educación Superior del Estado Táchira. El Doctor Raúl Soulés Baldó en su condición de Presidente del Salón de Lectura,  promovió la apertura de una Extensión de la Escuela de Derecho de la ilustre Universidad de Los Andes. El Ejecutivo Regional se sumó a esta iniciativa atendiendo la petición hecha por un importante número de estudiantes que habían finalizado su formación de bachillerato. Las clases se dictaban en las instalaciones del Salón de Lectura, de lunes a viernes a partir de las seis de la tarde y se prolongaban hasta bien entrada la noche.

Los exámenes eran presentados en la sede física de la Universidad de Los Andes en Mérida. Cada seis meses, los alumnos viajaban a cumplir con sus evaluaciones y a presentar los exámenes de cada una de las asignaturas.

Más tarde, en el año 1946 utilizando los espacios del Salón de Lectura, funcionó la Universidad Popular «Abel Santos» impulsada por el Doctor Leonardo Ruiz Pineda quien era Presidente del Estado Táchira.

En el año 1952 los Profesores Marino Hostos y Alejandro Porras desde las páginas del «Diario Católico» inician una campaña de motivación para que abra las puertas en el Táchira una institución de Educación Universitaria. En ese esfuerzo destacan la importancia que tiene un centro de Educación Superior ya que este nivel representa uno de los principales impulsores de la evolución de la sociedad; al tiempo que la educación superior tiene una alta responsabilidad con la sociedad, pues es la encargada de preparar a los profesionales del futuro.

Los medios de comunicación de la región se convirtieron en voceros de esa ilusión. En 1956, el escritor Rafael María Rosales inicia desde el Diario «La Hora» una sostenida campaña para crear una Fundación Pro Institución Universitaria  que se encargue de gestionar esa sentida aspiración de los habitantes de la montaña.

Con visión futurista, el historiador  Rafael María Rosales propone que las acciones que posee el Concejo Municipal de San Cristóbal en el Mercado Cubierto de la Capital Tachirense sean dadas como patrimonio de esa Fundación y afirma textualmente que «Lo que el Táchira necesita es un Politécnico».

En los últimos días del año 1957 se efectúa en la localidad de Peribeca una histórica reunión. A la cita asistieron entre otros importantes Tachirenses Monseñor Miguel Ángel Parada, el Doctor Aurelio Ferrero Tamayo y el historiador  Rafael María Rosales. En ese evento se redactó y se firmó el «Acta de Peribeca» compromiso público y solemne de gestionar la apertura de una Institución de Educación Superior para nuestro estado.

Los firmantes del «Acta de Peribeca» hicieron contacto con el Doctor Humberto Fernández Morán, el prestigioso médico venezolano residenciado en los Estados Unidos donde había organizado los Mixter Laboratories for Electron Microscopy del Massachusetts General Hospital de Boston y participaba como docente del Massachusetts Institute of Technology (MIT).

Ya en ese momento era  Profesor en las más reconocidas Universidades como Harvard, Chicago, MIT, George Washington y a Universidad de Estocolmo.

Para compartir esas preocupaciones, el Doctor Fernández Morán fue invitado al Táchira, vino a San Cristóbal y dictó una Conferencia en el Salón de Lectura, oportunidad en la cual  se le motivó para que contribuyera en el diseño  de una Institución de Educación Superior para nuestro estado.

El Doctor Fernández Morán elaboró un proyecto de un Instituto Politécnico para el Táchira, tal como lo denominó en su momento el historiador y escritor  Rafael María Rosales.

Este breve recorrido nos muestra que muchos Tachirenses abonaron el suelo, otros plantaron la semilla en buena tierra, hubo quienes la regaron y cientos de personas cuidaron su germinación.

En los años iniciales de 1a década de 1970, nosotros abrimos las puertas de nuestro modesto aporte con la esperanza de que otros continuaran, extendieran el surco y ensancharan los caminos para que por esas veredas  transiten las futuras generaciones

No olvidemos que «El recuerdo es el único paraíso del cual no podemos ser expulsados»

Te invitamos a recordar  a los QUIJOTES DEL TECNOLÓGICO.