Fluir sin leer. De cómo aprendí a vivir sin visión central
Gloria Ramirez R.
Email: elboloncito@hotmail.com
Esta crónica empieza en el día tres de la historia. Los dos primeros días me permití llorar. Los duelos son necesarios, los rituales de pérdida ayudan a sanar, a abrir otra puerta, a empezar un nuevo camino, sin el ausente. Lloré por mis ojos, lloré por mi visión central perdida. Lloré por las delicias de la lectura a mi propio ritmo, con mi propia voz interior.
Día 3
Amanecí con la ilusión de ver de nuevo. Al abrir los ojos instintivamente tapé mi ojo izquierdo y con el derecho sólo pude ver una gran mancha negra en forma de corazón. Ocupaba el sesenta por ciento de mi campo visual. Extrañamente un corazón, un corazón negro, un corazón que obstruye el hermoso paisaje que hace solo tres días podía disfrutar a través de la ventana del hermoso apartamento de mi hija en Caracas. Me levanté muy despacio, siguiendo instrucciones médicas, y probé a prepararme el café de la mañana. El ojo izquierdo aún tiene la visión periférica suficiente que me permite seguir la rutina: tomar la greca, preparar el café.
En 2007, hace ya catorce años, tras un desprendimiento de retina bilateral que fue satisfactoriamente corregido con láser, observaron en mi mácula unos depósitos de calcificaciones llamados drusas. Fui informada del peligro de desarrollar la enfermedad denominada Degeneración Macular Asociada con la Edad (DMRE), a pesar de tener yo solo 54 años en ese entonces. Estimaban existía un 10 % de probabilidad de sufrirla y perder la visión. Con el optimismo avasallador que me caracteriza decidí que eso NO iba a ocurrir, ni siquiera iba a contemplar la posibilidad de entrar en ese 10%. Yo no podía estar en ese 10%, existía otro 90 % que no la desarrollarían… ¡y yo entraría en ese grupo!
Al investigar la patología me tranquilizó saber que, aunque ocurriese la pérdida de visión sería parcial, nunca total, y solo afectaría la visión central. Cambié entonces mi rutina de alimentación, me dediqué a tomar antioxidantes, a comer todo lo que se necesitaba. Pero… ¡no fue suficiente!
Mi vida transcurrió con normalidad seis años más sin deterioro de visión detectable, soy biólogo molecular y trabajaba en la investigación del Cáncer. Aunque ya había dejado el laboratorio, mi trabajo netamente intelectual de Asesora de Investigación incluía numerosas horas de lectura, de búsqueda digital y organización de información, lo cual disfrutaba plenamente.
Hasta que un día, paseando por las afueras de Maracaibo, observé una extraña estructura. Se trataba de tres sólidas letras grandes y coloridas en las cuales se leía MAR pero, muy cerca de ellas había otras dos que decían BO. ¿Qué es eso? Comenté extrañada. Me explicaron se trataba de un nuevo anuncio colocado en muchas vías de acceso a la ciudad. MARACAIBO… y yo leía MAR BO. Fue solo en ese momento que recordé la advertencia de hace ya seis años. ¡Ay! … ¿Cómo dijeron que se llamaba la enfermedad que yo podía desarrollar? ¿No dijeron que podría ocurrir que dejase de ver en el centro? La visita al oftalmólogo lo corroboró, había empezado la degeneración macular. Se estaban comenzando a esfumar o distorsionar las imágenes de la visión central. Había entrado en el 10%. Ese fue el primer golpe a mi desmesura. Fue la piedra que empezó a resquebrajar mi certeza de que solo TU decides para tu vida salud o enfermedad. ¡Estaba equivocada!
Una vez leí lo siguiente:“Ante el anuncio de una tempestad el optimista se lanza sin temor al mar, el pesimista se queda en tierra y el realista ajusta sus velas”. Eso último fue lo que hice. El ajuste de mis velas comenzó con horas interminables de búsqueda digital sobre las tecnologías disponibles en 2013 para las personas con déficit de visión. Los resultados fueron muy alentadores. En teoría había todo tipo de ayudas, así que ajusté mis velas y decidí seguir con mi vida lo más normal posible. Fue muy difícil sin embargo para mi evitar obsesionarme con aquellas preguntas inherentes a la condición humana: ¿Hasta cuándo? ¿Cuándo ocurrirá? ¿Cuánto más tiempo tendré para leer? A sabiendas de que la respuesta a estas preguntas ancestrales del hombre ha sido siempre la misma: No sabemos. “CARPE DIEM”. ¡Vive el día!
Con la conciencia de correr contra el tiempo tomé entonces previsiones y decisiones financieras adecuadas y resolví ir a VER lo que yo quería ver del mundo antes de que fuera demasiado tarde. La degeneración macular había comenzado pero la prisa que le imprimí a vivir intensamente el presente me permitió admirarlo que quería y mucho más. Quería VER y contemplar, entre muchas cosas, el abanico de azules turquesas de Cancún, las blancas montañas y el cielo azul de los Alpes Suizos, los geranios rojos de las callecitas españolas, la increíble tonalidad de los campos de lavanda de la campiña francesa, los coloridos parajes que inmortalizó Monet, mi pintor preferido, los hermosísimos campos austríacos en los que filmaron las películas “El Sonido del Silencio” y “Sissi Emperatriz”, películas que incentivaron mi imaginación en los albores de mi adolescencia, la impresionante combinación de prado verde, montaña nevada y cielo azul de los Alpes suizos, los extensos sembradíos de flores amarillas de la República Checa, los restos de antiguos templos y circos romanos, un dorado campo de trigo, una extensión de olivares en un lugar cualquiera del viejo continente. ¡Todo eso y más pude VER y contemplar! Si, en realidad ¡yo vi mucho, mucho más!
Durante los siguientes ocho años me sometí de forma regular, a tratamiento con inyecciones intraoculares con Avastin, un factor antiangiogénico usado para evitar la formación de nuevos vasos sanguíneos. Esto controlado con OCT (Tomografías Computarizadas Oculares) y complementado con la toma diaria de vitaminas con la formula AREDS, antioxidantes para prevenir la degeneración macular. Mi visión se fue deteriorando tan paulatinamente que me permitía la adaptación a los nuevos cambios. A medida que se formaban nuevos vasos sanguíneos en la mácula se producía edema que ocasionaba mayores o menores disturbios en la visión, lo cual era corregido con nuevas inyecciones. Así que dejé mi trabajo, por supuesto, y también abandoné las lecturas largas, y me volví más selectiva con las lecturas cortas que seguían amenizando mi vida.
Cual crónica de una patología anunciada, llegó el momento de practicar resiliencia, de pasar del temor y la negación a la acción y desplazarme de la investigación teórica a la investigación aplicada, y ello ocurrió hace solo seis meses, en enero de 2021. A pesar del riguroso tratamiento, mi ojo izquierdo fue el primero en sucumbir a la degeneración macular y perdí parcialmente la visión central. Apareció una pequeña mancha blanquecina que bloqueaba la mayor parte de la misma, permitiendo solo un 25 % de visión en el extremo izquierdo. Esto significa que con el ojo izquierdo en una palabra como HARINA puedo discernir que dice harina al ver solamente las tres primeras letras, aunque la experiencia permite completar la palabra.
- En ese momento la aplicación MAGNIFIER de Galaxy (ícono de lupa blanca en fondo verde) me ayudó bastante. La ubiqué en la pantalla de inicio de mi celular y la enciendo y la apago cuando la necesito. Eso me permitió empezar a deambular tranquilamente, celular en mano, con la seguridad de llevar un telescopio portátil conmigo. También me apoyé en el zoom de la cámara para revisar por ejemplo un menú, o un anuncio en la calle, o para ver si había subido de peso tomándole una foto a la balanza, y para aprobar con selfies mi maquillaje o imagen personal. Hoy en día no requiero tanto de ese apoyo, pues mi cuerpo identifica mejor el sitio exacto donde delinear párpados, cejas y labios, sin necesidad de verificación.
Afortunadamente durante esos últimos seis meses y hasta hace apenas tres días, la visión central del ojo derecho no se había deteriorado aún, a pesar de que allí también había, no se desde cuándo, otra pequeña mancha blanquecina que obstruía tenuemente solo un pequeño campo en el ángulo inferior. Esta no impedía, gracias a su ubicación estratégica en ese momento, la incidencia de los rayos de luz en el centro de la mácula. Distorsionaba si los párrafos y las palabras, pero no lo suficiente para impedir leer, bueno discernir, el significado de las palabras cotidianas si yo utilizaba letras muy grandes. Es de hacer notar que un edema intraocular se desplaza ocasionalmente favoreciendo o no de forma temporal una mejor visión. El maravilloso cerebro se las arreglaba para combinarme la defectuosa información de ambos ojos priorizando la mejor, permitiéndome restarle importancia a las caras distorsionadas y continuar mi vida cotidiana con visión y lectura autónoma.
Hace tres días desperté como siempre muy temprano antes que el resto de la familia, revisé las notificaciones del celular y comencé a leer tranquilamente. Un par de horas después al empezar el bullicio familiar me levanté del sillón y sorprendida comprobé que no veía. Al tapar mi ojo izquierdo la única imagen que vino a mí fue una gran mancha en forma de corazón negro. Bajé la vista a la tableta y lo mismo. ¡Ya no veía por el ojo derecho lo que hace minutos estaba leyendo! Ocurrió un sangramiento en el ojo derecho, fue la explicación del retinólogo.
Había ocurrido lo temido, lo que habíamos tratado de evitar con inyecciones intraoculares durante ocho años. El sangramiento acabo con la visión central que, aunque a veces más, a veces menos distorsionada, me permitía seguir leyendo. Entonces colapsé y lloré. Lloré por mis ojos, lloré por mi visión central perdida, lloré por las delicias dela lectura a mi propio ritmo, con mi propia voz interior.
Día 5
¡Tanta tecnología disponible y yo paralizada mirando inútilmente un corazón negro! Pero, ¡no estaba sola, nunca lo estuve! Apoyada como siempre en el incondicional amor de mi esposo,aun lloraba reclinada en su hombro. Miguel tomó mi mano con firmeza, como lo hizo siempre durante cada inyección intraocular, como lo hizo durante mi descenso al Hades,y como ahora lo hacía respetando mi dolor, pero incitándome a salir de él.
Fue entonces cuando decidí empezar a lidiar con el naufragio de mi barquito de papel. Mi hija fue el lazarillo que guio mis pasos en ese oscuro y complicado proceso. Evi me prestó sus ojos para aprender y guio mis dedos sobre las teclas del celular. Con su amor, aplomo y paciencia ajustó mis velas, me ayudó a sacar el agua del barquito, ¡me mantuvo a flote! y así comenzamos juntas el difícil aprendizaje y manejo de la tecnología para visión reducida, luchando contra nuestro analfabetismo digital.
Para enfrentar la tormenta se nos une mi hermana Mary, quien desde San Cristóbal empieza con frenesí una búsqueda valiosa en Internet de Manuales e Instrucciones e hizo interminables Mapas Conceptuales que fueron de gran ayuda. Tres ciegos tecnológicos intentando aprender el manejo de celular, botones, comandos, deslizamientos de dedos, etc.
Voy a narrar lo poco que he aprendido esperando le sirva a alguien saber que si se puede, que es lento y doloroso pero que es muy gratificante el poder seguir fluyendo sin letras de la manera más autónoma posible.
Mi hija trajo hoy la gran noticia de que YouTube acepta búsqueda por voz pero, recordé… CARPE DIEM. Vive el día. ¡Un día a la vez! Comienzo a ordenar mis prioridades. Primero debo aprender a mantenerme comunicada. La comunicación con celular depende para mí de dos elementos: ASISTENTE DE GOOGLE Y ASISTENTE DE VOZ.
El ASISTENTE DE GOOGLE está hoy día incorporado en todos los celulares y es sencillo configurarlo con tu voz. Una vez activado podrás pedirle muchas cosas como que te abra la aplicación que necesitas, que te haga llamadas [GR1] o que te diga la hora. Eso también lo hace el Asistente de Galaxy (Bixby) pero solo puedes escoger uno de ellos y me parece mejor el de Google
Como les decía, empecé por mi celular. Voy a explicar mi proceso para configurar en el mismo el ASISTENTE DE VOZ. Es fundamental buscar ayuda para activarlo. Tengo un celular Samsung Galaxy S9. Seleccionas AJUSTES o SETTINGS o CONFIGURACION del teléfono que tiene una especie de timón o tuerca como ícono. Allí abrimos al final de las opciones el menú ACCESIBILIDAD donde nos interesan dos submenús: Vamos a hablar primero del más importante EL LECTOR DE PANTALLA, después hablaremos de MEJORAS DE VISIBILIDAD donde, entre otras opciones, está disponible una LUPA.
Entonces repito, abrimos en ACCESIBILIDAD el más importante para mí que se llama LECTOR DE PANTALLA y seleccionas un submenú que se llama ASISTENTE DE VOZ. Ese es el que nos va a permitir la comunicación sin ver. Debes activarlo deslizando hacia la derecha el interruptor.
Con el asistente de voz activado, el teléfono va a funcionar de forma diferente. Hay que aprender a manipularlo con diferentes dedos. Trataré de explicar lo más importante de las funciones que se pueden realizar usando un dedo, dos dedos y tres dedos.
Con un dedo. Cuando tocas la pantalla UNA VEZ se resalta con un recuadro lo que estás tocando y te leen en voz alta lo que señala. Al pulsar DOS VECES se activa el elemento tocado. Con un dedo también mueves cuadro de enfoque a otro elemento en la pantalla. Eso lo logras deslizando el dedo a la izquierda o derecha. Una vez decides escoger otro elemento, repites lo anterior. O sea, UN TOQUE LEE LO QUE HAY Y DOS TOQUES LO ACTIVA. También puedes ir al primero o al último elemento de una lista así: con un dedo desliza hacia arriba y abajo para ir al primero. O bien al revés, desliza hacia abajo y hacia arriba para ir al último.
Con dos dedos. Antes te desplazabas con un dedo hacia arriba o hacia abajo de una lista pero ahora debes usar dos dedos para hacerlo. Igualmente, dos dedos deslizados hacia la izquierda o derecha te cambian a la página anterior o la siguiente. También sirve para marcar el párrafo que quieres seleccionar.
Con tres dedos. Si deslizas hacia la izquierda o derecha puedes seleccionar AJUSTES que quieres hacer. Luego escoges el que quieres modificar: velocidad de voz, puntuación o borde grueso. Si escoges la velocidad de voz, entonces con un dedo deslizado hacia arriba y hacia abajo puedes aumentar o disminuir la velocidad de lectura. Yo te recomiendo ponerlo en 30%. Apenas estoy aprendiendo que la velocidad se desconfigura con frecuencia si por error usas un dedo después de utilizar los tres. Tal vez lo más importante es que con tres dedos, empezando en la parte superior de la pantalla, el asistente de voz te va a leer todo lo que está en la misma. Es decir, va a empezar por la hora, la carga, el estado de la batería, etc.
Después de mucho intentar me quedé con la siguiente opción para encender el ASISTENTE DE VOZ. Mantienes hundido AL MISMO TIEMPO las teclas de aumentar o minimizar el volumen durante tres o cuatro segundos hasta escuchar el anuncio de que el asistente de voz se activó. Igualmente se hace para desactivarlo.
En ACCESIBILIDAD existe otro submenú llamado AJUSTE al que debes recurrir. Tiene dos submenús: TEXTO A VOZ y NIVEL DE DETALLE. En el momento inicial solo importa asegurarse en TEXTO A VOZ de la opción IDIOMA para configurarlo en español porque, de lo contrario, encontrarás al celular leyendo inglés de cualquier manera. Primero arregla el idioma y luego puedes volver a ajustar la velocidad a la que leen o el tono de voz. En NIVEL DE DETALLE, podrás poco a poco ir ajustando si deseas que lea la puntuación, los tipos de elementos resaltados, cuantos elementos hay, de donde vienen, etc. Pienso que es mucha información para empezar.
Yo seleccioné leer por párrafos y no por palabras. También puedes escoger que no se detenga, sino que lea también el siguiente párrafo, seleccionando sacudir el celular para continuar la lectura. Seleccioné borde y escogí el color rojo para poder percibir el recuadro completo de un párrafo y desactivé la lectura de caracteres, palabras y signos de puntuación que solo acrecientan la desesperación de escuchar una voz extraña, a la cual debes acostumbrarte.
No sé si se puede evitar, pero me sigue desesperando que el Asistente de voz además de la información, describa todos los emoticones, las figuras, los signos de exclamación. Es decir, te dice bandera de Venezuela, aplausos, aplausos, aplausos, carita con ojos abiertos y sonrisa, etc.
La lupa se instala también en ACCESIBILIDAD. Selecciona VISIÓN, luego ventana de aumento (ampliación), deslizas el interruptor hacia la derecha para activarlo, pues te será muy útil. Para usarlo pulsas el botón tres veces RAPIDAMENTE para ampliar y con dos dedos deslizados te mueves sobre el texto. Para salir pulsas el botón principal.
Es un proceso de aprendizaje muy lento y a veces muy frustrante, pero da mucha satisfacción cuando uno comienza a manejar el celular de forma autónoma, aunque en algún momento sea inevitable pedir ayuda.
Hay un video de YouTube que explica cómo usar el asistente de voz y muestra el movimiento de los dedos[1]
Día 6
Me desplazo de una forma mucho más cómoda. El cerebro está olvidando cada momento más la imagen negra del ojo derecho, potencializa la visión central otrora disminuida y la visión periférica del ojo izquierdo, que irónicamente pasó de ser el ojo de visión reducida al ojo de visión predominante. Debo practicar con mayor intensidad la visión de reojo.
En la evolución, el desarrollo del fascículo longitudinal medial permitió poner en relación los nervios oculomotores, la vía auditiva y el diencéfalo, mejorando el desempeño biológico. Gracias a estas conexiones una persona logra mover rápidamente el cuello, para conjugar la mirada y enfocar la imagen en dirección a un estímulo que interesa alcanzar o evadir de manera casi instantánea.
Por ello vemos de reojo, porque todo está dado para que uno atienda los estímulos visuales de manera automática, pues esto es un factor de supervivencia dada su eficacia para aumentar la probabilidad de conseguir alimento y evitar las agresiones para no terminar siendo alimento de otro animal. La visión de reojo ocurre porque la corteza cerebral, en especial el área visual, tiene atajos para conectarse con los lóbulos frontales mediante las llamadas Vías de Asociación, porque el sistema nervioso está diseñado de tal manera que cualquier estímulo visual es capaz de activar todas estas vías rápidas que ponen la formación reticular y al sistema límbico en alerta, priorizando la atención. Es por ello que es incontrolable seguir observando, por ejemplo, el movimiento errático de una cucaracha., porque el estímulo es tan fuerte y tan rápida la respuesta, que todo el sistema nervioso central se pone en modo “atender la cucaracha” antes que cualquier otra cosa que uno esté haciendo.
Día 7
Mi meta de estos tres últimos días ha sido aprender a manejar con fluidez el celular. El usar la cámara del Samsung con lupa en textos o como telescopio, me ha resultado más útil que la aplicación Magnifier pues saco la foto con Zoom y aun puedo agrandar más la imagen. Esta visión telescópica extra, inmediata y portátil, me permite encontrar, por ejemplo, los condimentos al agrandar la imagen de tal forma que pueda ver las primeras letras y adivinar el resto para identificar el que necesito.
Día 8
Cada día se me hace un poco más cómodo utilizar el asistente de voz de mi celular que me permite mantenerme comunicada mediante Whatsapp y disfrutar mi Twitter. Le pido al asistente de Google que abra Whatsapp. Y luego activo el Asistente de voz hundiendo al mismo tiempo las dos teclas de subir y bajar el volumen. En AJUSTES, seleccioné bordes gruesos y rojos para leer un párrafo, encuadrar el elemento que estoy oyendo leer y de esa manera poder detectar el fin de un mensaje y activar la lectura del siguiente. El asistente de voz me permite escuchar los grupos de noticias donde estoy inscrita. Hay que tener cuidado cuando empieza un texto largo porque, si aparece al final “leer más”, el asistente de voz no es capaz de comenzar a leer en medio de la noticia, en caso de que no esté abierta totalmente en el chat. Para eso descubrí que, si detecto algo azul al final del rectángulo rojo, es que dice “leer más”, entonces hago clic en él para desplegar el texto completo antes de su lectura.
WhatsApp tiene un asistente de voz a texto, pero no he tenido éxito aún pues es bastante difícil modular para que el escriba y sobre todo se necesita corrección posterior y cuando me lo lee suena totalmente distinto. Hoy escribir “que orgullo” y escribió “quiero un cuchillo”.
Me gusta mi Twitter, disfruto sentarme en las mañanas a saborear frases de Literatura, de Poesía, de Filosofía, de Psicología, frases o fragmentos que pareciera que alguien extrajo para mí de largos y hermosos relatos de escritores y poetas que ya no puedo leer yo misma. Otros tweets son cortas frases que se le ocurren a otro ser humano, alguien desconocido, que te ayudan a reordenar ideas con diferentes palabras de tal forma que te permiten apreciar las cosas desde un ángulo nuevo. Acaban de twittear por ejemplo: “No busques a alguien que solucione tus problemas, busca a alguien que te acompañe mientras tú los resuelves”.
Sigo también en Twitter cuentas de críticos de Arte, cuentas de Astronomía, me gusta la Astronomía, seguía cuentas de la Nasa, tweets de curiosas fotografías de la naturaleza de National Geographic y si bien esos no los puedo seguir ahora, sigo disfrutando los primeros que mencioné.
El Asistente de voz es un poco fastidioso en Twitter, no he podido lograr que solo lea el autor del tweet y la frase, pero con paciencia, he logrado obviar esa información innecesaria y puedo seguir disfrutando y manteniéndome al día con la información que me proporciona placer y tranquilidad. Puedes inclusive darle retweet a algún comentario, pues consigues esa opción al desplazar el dedo dentro del elemento y después doble clic como siempre.
El asistente de voz me permite también “leer” los correos electrónicos e inclusive los documentos de Word y PDF anexos. Es fastidioso que uno debe escoger el idioma para leer los correos, la mitad de mis correos vienen en inglés y los lee de una forma graciosa.
Día 9
Si bien la gran noticia que recibí el día 5 fue que YouTube tenía búsqueda de voz, esta red social ha sido la más difícil de manipular porque debes tener una excelente pronunciación en inglés, lo cual es difícil por mi acento gocho y aún en español cualquier búsqueda obliga a hacer una selección a tientas entre múltiples alternativas para cuyos títulos ya no tienes ayuda de voz. Pero, si tienes la inmensa suerte de tener un círculo de amigos que te reenvíen los links de YouTube, puedes descubrir un mundo auditivo maravilloso de cursos, conferencias, entrevistas y programas interesantes que puedes seguir oyendo y dejando volar tu imaginación.
Día 13
EL corazón negro en mi ojo derecho va disminuyendo gradualmente y una vaporosa neblina va ocupando su centro. A veces, si miro en contraluz fuerte como contra el ventanal al atardecer, vislumbro objetos distorsionados a través de la neblina.
¡Deshilachar una nube…! Recordé el desafío de J. Oyhanarte con su sencilla rima al invitarte a elegir del cielo una tenue nube y deshilacharla. “y que de allí desvanezcas su vapor en suspensión, mientras ves cómo se evapora en tu visualización. Simplemente te concentras con tu estilo y a tu modo, ¡y ves cómo se deshilacha y desaparece… eso es todo! y el espacio blanquecino que ocupaba con su luz, ¡como por arte de magia es de nuevo cielo azul!”
Día 15
Creo que con la práctica estoy aprendiendo a mirar de reojo, inclino la cabeza completamente hacia atrás y ahí puedo vislumbrar sombras a grandes rasgos que mi cerebro identifica como objetos conocidos, pero empiezo a sentir dolor muscular, imagino serán los músculos motores internos y oblicuos del ojo izquierdo intentando proporcionar una imagen adecuada.
Día 17
Mi chequeo de visión matutina reveló con alegría cambios en la visión periférica del ojo izquierdo, quizás tal vez el esfuerzo motor muscular inconsciente, que referí los días anteriores, ayudó a desplazar la mancha blanquecina un poco lateralmente. Sin embargo, no hay imágenes definidas porque estas requerirían de visión central.
Con gran alegría debo aprovechar este oasis de visión periférica y esta visión menos distorsionada, esta visión que, como la vida, no sabemos qué tan transitoria pueda ser, para aprender más, practicar e identificar los comandos, ubicación de las teclas y facilidad de acceso a ellas. Así podré desenvolverme de la forma más autónoma posible. Aprovecharé también para practicar la visión de reojo con objetos conocidos.
Día 18
En resumen, he logrado una autonomía aceptable. Me apoyo en el ASISTENTE DE GOOGLE para saber cosas de la vida cotidiana: la hora, la carga del teléfono y la calculadora (necesidad imprescindible en esta Venezuela de hiperinflación).También le pido me abra WhatsApp, Twitter o lo que necesite utilizar y una vez abierta la aplicación entonces si activo, como ya expliqué, el Asistente de voz presionando simultáneamente los botones de subir y bajar el volumen. Así oigo leer lo que me interesa.
Regresé a la época de la radio y las series de Netflix se convirtieron en radionovelas. Me reclino en el sofá con la tableta sobre mi hombro para escuchar y a veces de reojo puedo identificar a los personajes. Disfruto imaginando las escenas de la serie, película, o documental que estoy viendo en Netflix.
Por otra parte, descubrí que hay un mundo de poesía y literatura esperándonos en bibliotecas digitales maravillosas que gratuitamente ponen audiolibros a nuestro alcance, con lectores voluntarios, sin la voz artificial del asistente de voz. [2][3]
Día 25
Habiendo logrado ya el dominio del celular, retomé hoy la computadora para aprender su ACCESIBILIDAD. Los resultados son muy alentadores, pues el NARRADOR DE VOZ de Windows es mucho más amigable, su lectura es tan buena que identificas perfectamente hasta errores de puntuación y si creas un acceso directo para el volumen oyes la lectura con comodidad. (Yo cree dicho acceso en F1, la segunda letra en el teclado arriba a la izquierda). Activas y desactivas el NARRADOR con las teclas CTRL + WINDONWS + ENTER en modo mouse que te lee todo lo que tocas en pantalla. Familiaricé mis dedos con esas teclas y lo activo ya con facilidad para obtener su valiosa ayuda.
Descubrí, sin embargo, que para documentos WORD lo mejor es usar el lector propio del programa, una letra A mayúscula con unas líneas curvas simulando ondas, para leer en voz alta, que se encuentra bajo la pestaña REVISAR de WORD y puede ser agregada a la barra de herramientas de acceso rápido.
Me desilusionó comprobar que el arsenal tecnológico que sabía disponible, no me era útil en este momento. La aplicación AYPOLY VISIÓN, por ejemplo, traída con gran algarabía identifica objetos de la vida diaria: sofá, silla, lámpara de techo, pero la mayoría de las veces dice no estar segura y además no es mi necesidad actual el reconocer objetos, sino leer. Me gustó BLIND DROID WALLET que te ayuda a identificar la numeración de los billetes, debes escoger la moneda de tu país. Lo usaré en USA porque en Venezuela no hay billetes actualmente. Igualmente traté de familiarizarme con GOOGLE LENS pero esa aplicación tan útil para buscar información visual a partir de la imagen que se enfoca, solo tiene textos, y no cuenta con ayuda de voz.
En Youtube puedes hallar un video que da cuenta de innumerables aplicaciones THE VOICE, HELP LAUNCHER, SUPERVISION, CARBOARD, BALABOLKA, ATBAR, ASSITIVE, MEKANTA, AUDESK MOBILE, DRAGON DICTATION y otros.[4]
Cada quien debe con calma buscar con ayuda, la aplicación que mejor le sirva a su necesidad. Mi consejo es el que daba mi padre siempre “Paciencia, paciencia y más paciencia”. Este fue mi inicio. La segunda fase será la de la escritura, pues debo aprender ahora a escribir y a corregir mis propios textos.
Día 28
¡Va a amanecer! Mientras grabo este audio de cierre, admirando de reojo los albores de un nuevo día en el cual se perfilan ya tenues nubes, resuena en míel verso de Oyhanarte:
“y un inmenso regocijo sentirás que por ti sube, el día en que deshilaches por fin tu primera nube! Pues será ese otro peldaño en tu rol de constructor, ¡de una escalera infinita hacia tu cielo interior!”
Va a amanecer,¡ponte elalma!;va a amanecer, ¡ponte elcuerpo!
Esta crónica, que resume mi enfrentamiento con la realidad, y mis inicios en el aprendizaje de la tecnología disponible para las personas con degeneración macular, no hubiera podido llegar a ustedes sin el inmenso cariño, generosidad, dedicación y paciencia de mi hermana Mary quien, desde San Cristóbal, con caídas de luz, fallas de internet y principalmente con uninmenso esfuerzo para transcribir mis grabaciones, a veces casi inaudibles, me ha permitido poner por escrito mis ideas y pensamientos.Sin Mary, no hubiera sido posible asumir la responsabilidad emocional de transmitir esta historia que pienso pudiera ayudar a alguien.Sin Mary.¡no hubiera podido contarles como seguí, cómo aprendí a fluir sin leer, como perdí la visión central en la neblina, sin perder la vida!.
En Caracas, en un mes que para los que creen en la relatividad del tiempo señalan como Junio del año 2021.
[1]Como usar Voice Assistance en Samsung Galaxy S7 // 31 XtratecTV – Bing video
[2]https://leer-escuchando.net/
[3]https://albalearning.com/audiolibros/castro/juanito.html
[4]Aplicaciones Gratuitas y Software Libre para Personas con Discapacidad Visual – YouTube